miércoles, 21 de diciembre de 2011

Nuevas aficiones.

Salir a pasear, sola.
Ver series durante horas y horas.
Acompañar estas series de leche caliente y chocolate.
Limpiar sobre limpio.
Leer por leer.
Decorar, redecorar y volver a decorar mi habitación.
Bajar abrigos a la tintorería.
Ir a mercadona a comprarme champús o derivados.
No quitarme el pijama en todo el día.
Coger el autobús para ir y volver de clase de francés.
Ir sin mp3 por la calle.
Dejar de ser rubia.
Pintarme las uñas para estar por casa y quitarme el esmalte para salir.
Comprarme ropa y ponérmela por casa para devolverla alguna semana después.
Andar con tacones por el pasillo.
No tocar la cámara de fotos.
No dibujar.
No leer nada interesante porque nada me resulta interesante.
No ir a la peluquería en un promedio de 5 meses.
No entrar a las tiendas que me gustan.
No coger un taxi.
No salir de escapada.
No hacerme mil fotos seguidas y dejarme la autoestima por las nubes.
No llevar la cuenta de cuanto queda para navidad o verano.
No recibir un beso de buenos días.
No escribir un texto.
No ponerme en contacto con la gente que me importa.
No apetecerme ver a mis amigas.
No ver sexo en nueva york una y otra vez.
No escuchar Amaral, Bunbury o Calamaro.
No llorar de risa.