martes, 30 de noviembre de 2010

Porque sí



Mi filosofía de vida varía dependiendo de cómo tenga el día. De la misma forma que a veces me inflo de positivismo, otras me desinflo con más rapidez aún. Siempre he sido muy impulsiva, pero de un tiempo a esta parte he aprendido a reprimir esos impulsos, cosa que no es fácil cuando tienes mil tormentas de ideas internas que no saben muy bien por dónde salir. Esto no es ni la quinta parte de lo que transcurre por mi cabeza a lo largo del día. Sólo son fotogramas. Sólo muestro sensaciones y estados de ánimo espontáneos. Instantáneas de pensamientos y retales de sensaciones. No hay que unirlas con líneas rectas, sino con curvas. A veces tengo ideas brillantes y otras tantas (más) tengo ideas de mierda. Me gusta jugar, perderme entre juegos de palabras. Quiero que me valoren por mis acciones y mis deducciones y no por mi par de zapatos nuevos. Puedo regir y puedo someterme. Puedo hacer lo que me venga en gana. Puedo ser genial o simple. Puedo. Puedo inventar mis propias historias y recrearme con ellas. Es lo que hago siempre. Me gusta estimular a las mentes. Me gusta jugar. Podría estar jugando todo el día.. Y me da absolutamente igual que me tachen de inmadura sólo por intentar ver la vida con otros ojos. Sólo intento buscar la forma en la que las cosas son menos cosas y son más sensaciones. Son más de los cinco sentidos. Más de pelos de punta, de mariposas en el estómago, de miradas cómplices, de frío y calor, de melodías a latidos y de sabores dulces. Y no tengo límite. No intentes buscarlo. Soy lo que soy.

sábado, 16 de octubre de 2010

...pero cierto.

"Artículo 35 -1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo"
Señora constitución, no te lo crees ni tú.


Periódico el país:
"Sienten que están en el lugar y en el sitio equivocados. Han caído nada más empezar a andar. La crisis, que alguna vez creyeron que era cosa de los banqueros, se ha cruzado en su camino y, dos años después de hacer saltar los diques de Wall Street, ha llamado a sus puertas y quebrado sus expectativas. Toda una generación de jóvenes españoles, azotada por el paro más alto de Europa, improvisa un 'plan B' mientras ve cómo se agranda la brecha generacional, cómo el paraíso intuido se aleja, cómo empiezan a vivir peor que sus hermanos mayores, cómo se limita su acceso al trabajo, la casa o el coche, cómo se esfuerzan pero no avanzan. Y con ellos el futuro de España y de su economía"



El club de la lucha:


"Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas.La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados".

lunes, 20 de septiembre de 2010

Verano

Creo que nunca antes tuve tantas ganas de que fuera verano. Y eso que el calor me pone nerviosa, enfadica y me da por gruñir. Tampoco nunca antes me había propuesto y cumplido, no tener nada que estudiar para verano. Porque quería que fuera ese verano.

Donde el calor se aliviara en tu piscina, o en mi casa de la playa. Predominan las uñas de colores, las narices rojas y los ojos claros. Un día hasta elegí mis canciones de verano. Para esos días en que un coche es suficiente para creer que el mundo es tuyo.

Y se me calaron los huesos en un parque de atracciones. Se me congeló la lengua con una tarrina de helado de nata mientras sentada en el suelo, te observaba tocar la batería. Dibujé que te dibujaba durmiendo. Fotografié las nubes desde la ventanilla de un avión. Volví a ver las seis temporadas completas de sexo en nueva york, con la compañía y la risa de mamá.

Toqué el piano. Me fotografiaste sin ropa a contraluz. Me subí a lo alto del Riesenrad de Viena. Corrí por la gran vía y desayuné en Starbucks. Conseguí una foto con Bugs Bunny. Me compré un vestido rosa y unas sandalias con lazos blancos.

Vi tres películas en un mismo día. Compré libros de segunda mano. Te enfadaste conmigo, me enfadé contigo y nos dimos un beso delante de la crepería que huele a mermelada. Escuché la banda sonora completa de Amelie. Rescaté mis libros de la clase de francés.

Aprendí a tirarme de cabeza en la piscina. Me bañé en un río. Perdí un pez. Hice pulseras de colores y se me pelaron los hombros. Vendí mis videoconsolas y sus juegos. Perseguí a un pato. Pinté mi habitación. Escuché Moon River muchas veces seguidas.


Y hasta creo que la bailé.


jueves, 22 de abril de 2010

Génova

Me parece increíble que todavía no haya hablado sobre Génova. La descubrí entre los días 5 y 10 de Marzo. Ya era hora de hacerle un hueco aquí.
Entender Génova es complicado, me llamó la atención su "acento francés" (sí, no sé italiano pero mis 3 años en clase de francés sirvieron de algo). Parece que la montaña la empuje hacia el mar, y como método de salvación ella se extiende hacia los lados, de punta a punta de la costa; o hacia el interior, subida incluso en la montaña. Génova ama (y yo también) los edificios de colores alegres, le ponen así su peculiar toque de alegría a una ciudad donde el Sol no suele hacer parada.
Su calle central, Vía XX Setembre, me atrapó. Enormes edificios de piedra con columnas y arcos que recogen desde la más humilde tienda hasta una enorme cadena de ropa.

(Piazza di Ferrari y principio de Vía XX Settembre)

Sin olvidarme de su artístico Cementerio Staglieno, pasillos enormes de mármol con lujosos monumentos. O del Duomo de San Lorenzo, con sus preciosos leones y su fachada a dos colores.




















(Cementerio y Duomo)

En cada esquina un Africano o un Árabe ofreciéndote pulseras, flores o figuritas. Si aceptas algo, no te olvides de la voluntad para África.
Desde su puerto, se abren lujosas calles teñidas por colores de palacios preciosos. Recuerdo de una burguesía que, quizás, surgió antes de tiempo gracias al comercio con moros y cristianos. Pegado al puerto se distingue, por un gracioso griterío, el mercado. Fruta, verdura, ropa y souvenirs a la espera de que algún/a turista caiga en la tentación y le lleve una figurita del faro a su madre y vasos de chupitos (en los que se lee "I love Génova") a sus amigas, para brindar por ellas.

El centro histórico se caracteriza por sus estrechísimas calles, edificios (sí, de colores) unidos por cuerdas de tender y cómo no, esas perfectas frases escritas a spray en sus paredes, reivindicando libertad y república. Tampoco faltan las declaraciones de amor.

(Es precioso fugarse contigo)

La gente de Génova, en general, me pareció extremadamente educada. Todo pedido "per favore" y siempre con un "grazie". Si los ves conducir es otro mundo, si te subes con un italiano en coche... ¡es otra especie!.

Sin embargo, cuando has visto Génova, al irte no puedes evitar sentir cierta melancolía. Echas de menos ese parloteo musical, cínico y ruidoso. Te preguntas qué es lo que se esconde, qué es lo que han visto esos muros oscurecidos por la salada humedad que viene de la costa. Te queda la impresión de no haberlo visto todo. Sobretodo, piensas que no lo has entendido todo.

Recuerdas la Lanterna, el faro de Génova, su símbolo por excelencia. Recuerdo sus vistas nocturnas, desde la ventana de la cocina, me hubiera podido tirar horas y horas sentada ahí, delante de esa ventana, observando las miles de lucecitas tímidas ante la gran luz de la Lanterna.

Y sí, sólo estuve 6 días, pero os lo quería contagiar. Que lo sintierais aunque fuera un poquito.






(Lanterna y puerto al atardecer y vistas nocturnas desde la cocina)

domingo, 11 de abril de 2010

Hazte fan

Me declaro fan del presente. De lo bonito de despertar y ver el cielo azul, de lo bonito de despertar y ver cómo llueve tras la ventana. No importa las vueltas que demos en la vida, si hemos estado arriba o abajo, qué calles pisamos y de qué manera. Lo importante es lo que llevamos dentro, la felicidad de las pequeñas cosas, los sueños que aún no se han cumplido. El camino que nos ha llevado hasta este punto, el momento en que nuestras pupilas se encontraron, fue solamente eso, un camino. Un aplauso para los que viven de lo que les dicta el corazón, para los que saborean hasta la última gota de café. Para los que sueñan por el día, duermen algunas noches y otras se las beben trago a trago. Para los que lloran en el cine si la escena es triste. Para todos aquellos que se lanzan a vivir aventuras, porque eso es la vida misma. Aprovechar cada segundo y tirar todos los relojes por la ventana. Gritar cuando te apetezca. Pasar de formalismos. A mi me importa más si sonries que si vas bien vestido. Y empezaré a comer cuando quiera, y el tenedor da igual a que lado esté del plato. Un hurra para los que hacen lo que sienten, como lo sienten. Los que hacen cosas por los demás, los que viven intensamente si el de al lado es un poco más feliz. El mundo puede cambiar, y los colores existen si tú los pintas. ¿Te presto mis pinceles?. Pasa de superficialidades y vive, vive de verdad. Un enhorabuena de mi parte si vives de esta manera. El amor está en todas partes, y la felicidad también. Todo cambia según el cristal con el que se mira, todos a ponernos cristales de colores. Si ves un atardecer, retrátalo en tus ojos, si descubres el mejor sabor del mundo, siéntelo, si vives un momento increíble, grábalo en tu piel. Si algún día no encuentras lo que buscas, vuelve la mirada hacia otro lugar. O busca el mar. El amor. El sol. La lluvia. Sueña, ríe, pero sobretodo vive.

jueves, 11 de febrero de 2010

Principio de debilidad..

La decadencia está prohibida,
pero te estruja fuerte del cuello..
y no te suelta, se hace insoportable
su presencia.

Un cuervo picoteando los ojos del
incrédulo, hambriento de débiles
como tú y como yo..


Entre hipócritas..


Día a día..
vas perdiendo altura,
por momentos..
por momentos..
por momentos..


miércoles, 13 de enero de 2010

:)

Me siento tan bien que pienso guardar en tarros de miel todo lo vivido.